Tratamientos contra un ictus o daño cerebral

 

ilustración cerebro con bombilla.Es importante detectar y actuar ante los primeros síntomas de un ictus, que suelen producirse de manera brusca o repentina.

 

Generalmente, el paciente con ictus en fase aguda, debe ser atendido en un servicio de Neurología, lo que disminuye la mortalidad y mejora la evolución.

 

Durante esta fase, el tratamiento trata de disolver los trombos que se han formado, y es un proceso que puede realizarse de diferentes formas:

 

  • Tratamiento farmacológico: aplicando fármacos por vía venosa, a veces incluso arterial.
  • Tratamiento quirúrgico: a veces es necesario extirpar la placa de ateroma formada o dilatar la arteria mediante una angioplastia con stent. En este tipo de intervención, se introduce un catéter cuya punta termina en un balón hinchable que, cuando se infla, comprime la placa.
  • Embolización del aneurisma con colis: suele emplearse cuando el ictus está formado por una hemorragia. Se trata de sustancias que taponan las arterias dañadas e impiden que vuelvan a romperse.

En Neurocrecer, son expertos en tratamiento neuropsicológico del daño cerebral y ofrecen terapia familiar para el daño cerebral, en la que facilita a los miembros de la familia la adaptación a la nueva situación originada en la estructura familiar tras el daño cerebral sufrido por uno de sus miembros.

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